jueves, agosto 18


Otro comienzo, un comienzo que ya se había, valga la redundancia, comenzado antes.
¿Cómo te sientes viendo mensajes viejos de alguien diciendo que te ama, pero ya no te escribe?, ¿cómo te sientes luego de terminar una pelea?, ¿cómo sigues con la frente en alto si por dentro estás hecha pedazos?
Tengo tantas preguntas, pero no hay respuestas, por eso debo razonar por mi propia cuenta para saber si ésto realmente va a funcionar.
Era adorable despertar y ver que esa persona te había escrito, diciéndote que te amaba y que te extrañaba, con tan sólo haberse separado como mínimo 12 horas.
Las historia se tiñe de un color más oscuro, los sentimientos se apagan.
El darle una segunda oportunidad a alguien no significa que no te hizo daño, ni tampoco que fue bueno. Realmente, es todo lo contrario a eso. Y me tomo hasta hoy para darme cuenta de eso.
Sólo tengo lágrimas para llorar y días para reproducir la cantidad de soledad que se asoma a mi mente.
Traté, trato... Pero no estoy segura de seguir tratando de que ésto vaya a algún lugar.
Eras la versión acústica de mis canciones favoritas. Eras ese susurro en la oscuridad. Eras esa fuerza interna que me hacía ser la mejor versión de mí misma. Eras tantas cosas... Eras. Y ahora todo se trata de verbos en pasado, "te amé".
Luchas porque un sentimiento siga con vida, pero las cosas no han sido fáciles. Y los errores traen muchas consecuencias. Quisiera, pero simplemente no puedo.
Mis ojos se cierran y se llenan de lágrimas, sólo quisiera que estuvieses aquí. Pero es simple, es imposible.
Ya todos se cansaron de oírme, así que es hora de dejarte hablar.
¿Cómo podrías tener una razón convincente para derrochar tiempo contigo, "intentando"? Las dudas se tatuan sobre tu piel, y no hay nada que detenga tu sufrimiento.
Vivo ahogada en un mar de preguntas, donde tu pones las dudas y yo supongo tener las respuestas.
Mi voz tiembla y se hace tenue ante el sonido de tu voz.
Pensaba que las mentiras quedarían en el paso, y que las promesas sí se cumplirían... Pero nada de eso fue real.
Después de tanto llorar y pensar no te quiero dejar, pero tampoco quiero sufrir. Me ayudaría mucho saber qué hacer en esta situación; tampoco tengo nada que decir.