Y volvemos al principio. Me enfrento ante mi peor enemiga: yo misma.
No se trata de morir en el intento, se trata de dar todo lo que puedas sin pensar en las consecuencia, sin dejarte llevar por cómo fue tu pasado, ni por
cómo piensas que puede llevar a ser tu futuro.
No pensé que llegaría a este estado mental alguna vez, donde me doy un buen y mal consejo al mismo tiempo. No sé realmente qué hago, ni qué haré. Se trata del aquí, del ahora; y sin ninguna excusa: hay que darlo todo.
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